Desde Battlefield 1942, DICE se caracterizó por llevarnos a una nueva experiencia en los juegos bélicos. Aquel juego lanzado en 2002 nos ofreció una total libertad en un campo de batalla enfocado completamente en el multijugador, algo visto pocas veces en los juegos de la época.
Todas las ideas propuestas por este juego se reafirmaron en el 2005 con el lanzamiento de Battlefield 2. Un conflicto más actual, donde la acción y emoción de estar en un campo de batalla se acercó bastante a la realidad.
La saga Battlefield no se ha caracterizado por darle importancia al modo de un jugador. Desde la saga Bad Company, DICE se esforzó por introducirlo en un juego donde realmente nunca hizo falta; la campaña de Battlefield 3 es quizá la evolución de las ideas propuestas en los últimos spin-off de la serie apoyada de la presión que ha hecho en el género, las cinematográficas campañas de juegos como COD: Modern Warfare.
Battlefield siempre se ha destacado por ser una saga que puede jugarse en línea, lo cual ha sido uno de los principales motores de su triunfo en la industria del video juego.
La campaña de Battlefield 3 nos transporta a un hipotético conflicto bélico entre los Estados Unidos de América e Irán, donde este país ha corrido una suerte similar a la de Irak. Del lado iraní, sin embargo, está el PLR (People’s Liberation and Resistance), un ejercito revolucionario dispuesto a hacer lo que sea por sacar a los norteamericanos de sus territorios. En el juego, encarnaremos al sargento Henry Blackburn, quien tendrá que demostrar hasta qué punto está dispuesto a exigirse a sí mismo y tomar difíciles decisiones por su país.
El argumento inicia cargado de mucha tensión. En una sala de interrogatorio, estaremos a la merced de dos agentes de la CIA que nos cuestionan por nuestros extrañas acciones en la guerra. Con un lenguaje fuerte y digno de un guión de Hollywood a través de retrospectivas, desarrollaremos la gran mayoría de misiones; destaco aquí el aspecto de Blackburn quién en las fases de interrogatorio, en ningún momento luce fuerte y corpulento como un clásico marine norteamericano y veremos, en cambio, a un flaco y no muy bien parecido protagonista.
Battlefield 3 es quizá el mejor simulador bélico hasta la fecha en lo que a multijugador se refiere. La sólida jugabilidad se podría decir, se basa en tres grandes pilares: acción masiva, juego en equipo, y experiencia. Combina toda la emoción de un conflicto armado inmenso con la intensidad de pequeñas confrontaciones. Sus modos de juego, aunque son pocos, son realmente profundos. El modo conquista y el de asalto resultan tan variados que va a ser muy difícil aburrirse de jugarlos. La dirección de arte y motor gráfico son impresionantes.Es la experiencia definitiva en juegos de confrontación militar a gran escala.
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